Conversación de besugos
Saliendo por la mañana, como todos los días.
– A none vamos, mama?
-Al cole.
– A none vamos, mama?
– Al cole.
– A none vamos, mama?
– A dónde vamos, Rubén ?
– A cole mama, no quiero ir al cole…
Moraleja: todo esto porque me querías decir que no quieres ir al cole.
En el coche…
– Pone el cancaocos, mama? (pones el Cantajuegos, mama).
Yo pongo el Cantajuegos que llevamos en el coche.
– Es el rosa?
– No, Rubén, es el amarillo. El rosa está en el otro coche.
– No es el rosa?
– No, es el amarillo.
– A none está el rosa?.
– Está en el otro coche.
– Aaaahhh!!! yo queero el rosa!! (lloriqueo).
– Pero es que no lo tenemos aquí.
– A none está?
– Está en el otro coche.
– En el otro coche?
– S´íííiíííí…
Unos diez segundos después…
– A none está el cacaocos rosa?
– Dónde está?
– En el coche.
FIN
No quiero pensar cuando lleguemos a la etapa del ¿POR QUÉ?…
Rubén me recuerda mucho a una que yo me sé… Mi hija de 3 años con 2 era igual, me preguntaba algo 7 veces, hasta que yo le devolvía la pregunta y me contestaba la respuesta, jajaja, y ya te advierto: ahora está en la etapa del ¿Por qué? y es más dura todavía… ¡pero también muy divertida! ;))) Un beso! Mar
Pues empezaré a estudiar para poder responder a todos sus ‘por qué?’. Espero que no me lo ponga muy difícil. Jeje.
Un beso y gracias por pasarte por aquí.