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Una semana sin ranitidina.
Llevamos aproximadamente una semana sin darle la ranitidina.
Tras más de un año teniendo que añadir al biberón de la mañana y al de la noche el dichoso preparado, hace ya más de 7 días que nos hemos librado del engorro.
Del engorro de preparar la dosis y añadirla al biberón, del engorro de ir a por ella a la farmacia, y del engorro de tener que pagar la receta íntegramente porque la pediatra de la seguridad social, sin especialidad en aparato digestivo infantil conocida, a los 6 meses decidió que Rubén ya no necesitaba seguir tomando su medicina.
Y lo mejor es que parece que ya no le hace falta. Sigue comiendo más o menos bien. Y cuando no come o no duerme bien, es bastante probable que sea por los dichosos dientes, o por los interminables mocos (merecen un capítulo aparte).
Ranitidina y farmacias.
Hoy, como cada uno de los últimos viernes, tras salir del pediatra, me he marchado con mi receta de ranitidina a la farmacia.
Primero he ido a la farmacia donde solemos ir. Me han dicho que me la tenían para mañana por la tarde, y como prefería tenerla antes, y en la zona en la que vivo hay varias farmacias, he decidido probar en otra.
En la segunda directamente me han dicho que ellos no hacen formulas. Me he quedado bastante sorprendida, pues yo pensaba que era algo que tenían que hacer obligatoriamente. Ya veo que no es así.
En la tercera, dónde no volveré a ir a no ser que sea la única farmacia abierta en un radio de varios kilómetros, ha ocurrido lo siguiente. Entro y tres dependientes atienden a un solo cliente. Cuando por fin una se decide a atenderme, al ver la receta pone mala cara y me dice también que hasta mañana por la tarde no me la podría tener. Al ver que su compañera echa un vistazo a la receta le dice: “si quieres prepararla tú…”, a lo que le responde: “ufff, no, estamos con la facturación de final de mes.”
Claro está, le he explicado a la señorita que me parecía de bastante mal gusto que pusiera por delante de la salud de un bebé de 3 meses su facturación, pues es una medicina que necesita. Más aún teniendo en cuenta que: a) no estaba ella sola trabajando en la farmacia y b) ni siquiera era el último día de mes.
Al final me he tenido que ir a la farmacia de siempre y dejar la receta para tenerla mañana por la tarde. No tengo claro cual es el proceso de preparación de la ranitidina, pero está claro que se debe de tardar mucho en prepararla.
Reflujo, ranitidina y porcentajes.
Cuando llevaba una semana tomando Ranitidina, el destino quiso que me enterara de que el hijo de unos amigos, diagnosticado de reflujo, estaba tomando también ranitidina y había mejorado mucho, pero su ranitidina era al ¡20%!
¿Cómo puede ser? Pero si en mi bote pone al 1%. Sí, no me he equivocado, al 1%. ¿Cómo puede haber tanta diferencia? Vale que mi hijo es un poco más pequeño, tiene tres meses menos, pero… ¿cómo puede haber tanta diferencia?… No me lo explico.
Volví a la doctora y le conté que seguía igual. Según ella la ranitidina ya debería haber hecho efecto, pero ¿cómo le digo yo que si la dosis es un poco baja? Yo no puedo hacer eso, a lo mejor depende de la cantidad o de… no sé, nunca se me han dado bien las equivalencias, se lo preguntaré a la farmacéutica.
Me volvió a mandar una semana más lo mismo, pero,además, le vamos a hacer un cultivo de heces y me apuntas cuando llora de forma inconsolable, si ha comido, cuánto, cuándo,… para ver si lo relacionamos con algo.
Pues cuando fui a encargar la ranitidina a la farmacia le pregunté a la farmacéutica si la dosis era la normal para estos casos, le explico el peso de mi hijo y el caso de mis amigos y me reconoce que es una dosis baja, pero que ellos hacen lo que les manda el doctor claro.
¿Me están tomando por tonta o qué? qué es esto, ¿el efecto placebo? ¿Es que como soy primeriza soy tonta o qué? ¿Que no sé si mi hijo llora?. Salí de la farmacia tan enfadada, que tenía que hacer algo, estaba dispuesta a remover Roma con Santiago… ¿Yo no conozco a ningún farmacéutico?…SIIII, bueno, no realmente, pero tengo una amiga que tiene una amiga… ya sabéis… El caso es que llamé a mi amiga y se lo conté, y ella, a su vez, llamó a su amiga farmacéutica para preguntarle, y así me confirmaron que la dosis estaba bien (depende del peso del niño y lo que importa son los mg/kg/día).
Mi gozo en un pozo… o sea que eso no es, no es reflujo porque sino le habría hecho efecto la ranitidina. Entonces… ¿será que es llorón? ¿y que le estamos acostumbrando a los brazos?
¿Reflujos?
Una semana después de estar con Aerored y carminativo, Rubén seguía estando igual.
Llorando todo el día, aproximadamente de 9h a 23h, dormía ratitos de 10 minutos pero en cuanto le dejabas en la cuna volvía a empezar, no se calmaba al cogerle ni nada, pero además empezamos a notar otros síntomas, ahora saliva y traga mucho, constantemente, y parece que le moleste al hacerlo, además, al eructar parece que le vuelve la comida.
Yo sigo con mis búsquedas por internet, pero ahora me intereso por los síntomas del reflujo, que, generalmente, son los vómitos, pero Rubén no vomita, es posible que tenga reflujo sin vomitar? (yo estoy segura de que el estómago le molesta), entonces leí la historia de una mamá que decía que su bebé tenía cólicos pero no se calmaba ni con paseos ni en el coche y que le diagnosticaron reflujo; y yo pensé, pues a Rubén le pasa igual… y volví al médico.
Le conté a la doctora los nuevos síntomas y decidió probar con Ranitidina, un jarabe que te hacen en la farmacia a la concentración que marca el doctor:
1ml cada 12 horas, le dejamos de dar carminativo y volvéis la próxima semana.
La Ranitidina es un medicamento que sirve para disminuir la acidez de los fluidos gástricos que, en las personas con reflujo, vuelven hacia el esófago, lo irritan y les produce dolor. Recuerdo muy bien este día porque fue un día especialmente duro, Rubén estuvo muy mal, lloraba ‘con rabia’ todo el día. No había forma de calmarlo, estaba como loco (al recordarlo me dan ganas de llorar) y yo estaba deseando que en la farmacia me prepararan el medicamento para empezar a dárselo lo antes posible, fue eterno. Pero se lo di, se lo di durante toda la semana y… ¡todo seguía igual!
No me lo podía creer, pero si yo estaba segura de que era eso…