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Estas últimas semanas…
Últimamente tengo el blog un poquito desatendido y una de las razones de tal desfachatez es que estoy inmersa en ‘LA BUSQUEDA‘.
Como muchos sabréis, recientemente se ha abierto el plazo para realizar la solicitud del ‘cole de mayores’, y aunque en sentido estricto sólo hay que rellenar una hoja con los datos familiares básicos, en el trasfondo merodea un sentimiento de ‘¿qué será lo mejor para el churumbel?’, y un montón de dudas sobre si mejor centro público, concertado o privado, jornada continua, no continua, cerca de casa o de casa de los abuelos, comer en comedor o en casa,… Leer el resto de esta entrada »
Yo, lactancia artificial, y qué?
Ya estoy harta.
Sí, estoy harta, más que harta, de que se demonice o victimice a una madre que decide darle a su hijo el »’biberón maldito»’.
Si es porque la lactancia materna ha fracasado… ‘ pobrecita, que pena, que mal se tiene que sentir, bla, bla, bla’…
Si es porque decide darle el biberón y se toma la pastillita para no tener subida de leche ni nada… ‘es una madre desnaturalizada, malamadre, etc’… Leer el resto de esta entrada »
Más que perlas, un diamante en bruto…
De los creadores de ‘Las tres de la mañana no son horas para preguntarme si llevo coleta’ y ‘Mojón gayumbero no es un buen empiece mañanero’, ahora en sus cines ‘no quiero dormir que ya he dormido siesta’ o ‘no me puedo domir, estoy muy cansado’.
Y es que, ¿cómo se te queda la cara cuando le dices a tu hijo…’Rubén, o recoges los juguetes o Jessie se va al trastero’ y te contesta ‘pero si no sabe andar!!!’???
Exactamente así.
Porque tener un hijo verborreico perdido tiene sus ventajas, ya que no te aburres y no vuelves a conocer el silencio, tiene un amplio vocabulario y mantenemos conversaciones muy interesantes sobre animales varios y sus costumbres, colores, pelos sueltos o en coleta,… además es infalible para saber si tiene que hacer caca, ya que sólo se calla cuando está cogiendo la posturita.
Pero también tiene sus inconvenientes, por ejemplo, no podéis jugar al escondite (no se está callado), es bastante indiscreto cuando estamos en sitios públicos y me pregunta ‘¿qué lleva esa?’ cuando ve algo que le llama la atención de alguien aunque esté delante, o si le ve tripa a alguien y dice ‘tiene un bebe’, aunque sea a su padre,…
Algún ejemplo de nuestras conversaciones…
R. ‘Mamá, los cocos son verdes?’
M. ‘No, cariño, los cocos son marrones por fuera y blancos por dentro’
R. ‘Los kiwis son verdes, y tienen pepitas. A ti te gustan las pepitas?’
M. ‘Pues no mucho, la verdad’
R. ‘A mí sí. Me gustan las pepitas de chocolate’
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Una tarde muy creativa
Uno de los retos que tenemos cuando hace este tiempo lluvioso, es mantener a nuestros niños ocupados y entretenidos con algo que no sea ver la tele toda la tarde o dar la tabarra…
Os cuento una actividad con un resultado bastante vistoso, que hemos hecho Rubén y yo, uno de estos días…
Primero imprimí unas formas simples y grandes, estrellas, corazones,…
Despues las pintamos a nuestra manera… (pintura de dedos y pinceles o rodillos o dedos)
Esperamos a que se secaran mientras nos limpiamos y merendamos…
Luego recorté las formas, les hice un agujero para pasar una cuerda o cinta y lo colocamos en la habitación de Rubén.
Y Rubén ENCANTADO!.
Estreñimiento ¿enema o laxante?
Como la mayoría de vosotros sabréis, lo normal en un niño al que se le retira el pañal es que tienda a estreñirse, pues por no hacer caca en el váter se aguanta y eso va provocando el estreñimiento.
No sé si ese ha sido el motivo o no, pero en los últimos días he tenido que llevar a Rubén al médico por problemas intestinales y me surgen algunas preocupaciones.
Para atajar el estreñimiento, básicamente, tenemos dos vías, por arriba o por abajo. Creo que está bastante claro, no?
Si es ‘por arriba’, lo vamos a mal-llamar laxante. Y dentro de este grupo nos encontramos con:
– Lubricantes, su propio nombre indican su mecanismo de acción, resbalan.
– Estimulantes, aumentan la contracción intestinal, y dan unos retortijones de la leche.
– Incrementadores del bolo intestinal, o fibras artificiales.
– Laxantes osmóticos, retienen agua por lo que las heces se ablandan.
Todos ellos tiene efectos secundarios varios, lo cual es lógico ya que pasan por todo el tracto digestivo y se absorben en mayor o menor medida
Si es ‘por abajo’, pueden ser enemas (en forma líquida) o supositorios de glicerina, ablandan las heces retenidas y/o endurecidas, pero producen irritaciones locales importantes, pues al salir una caca dura el niño se puede hacer daño con lo cual pueden producir un aumento posterior del estreñimiento durante las 48 horas siguientes a su administración.
Entonces, mi pregunta es ¿cuál es la mejor solución cuando se presenta un problema de estreñimiento ocasional?
Ya sé que lo mejor es que no se dé esta situación con una dieta rica en fibra (verdura, fruta y legumbre a cascoporro), beber mucha agua, actividad física ( que en niños ya se presupone). Pero seamos realistas, que a todos nos puede pasar.
Yo he tenido recomendaciones dispares de dos pediatras distintos. Uno me dijo que lo mejor era darle un laxante para que se ablandaran las heces y salieran sin problema el otro me ha mandado un enema.
Por fin llega el lunes!!!
¡¡¡Por fin llega el lunes!!!
No, no estoy loca, no me ha dado un aire ni me he quedado tonta ya del todo. Que yo sé muy bien por qué lo digo.
Que Rubén lleva un fin de semana… que estoy deseando soltarlo mañana en el cole y decirle a su profe ‘ala! ahí te lo dejo, patítoldía’.
Debo de ser una muy malamadre, sí, y probablemente mañana me arrepentiré cuando me haga los típicos pucheros del lunes por la mañana y más después de cinco días seguidos sin ir al cole (de baja por enfermedad).
Pero es que llevo un fin de semana de espectáculos rabiético-festivos desde bien tempranito por la mañana… Y es que levantarse a las siete de la mañana, no querer dormir la siesta, ir haciendo caca por los rincones, saltar en pelota picá por la casa, ponerse la bufanda de coletas, no querer comer nada que no se pueda llamar sopa o pizza de chorizo, … poco a poco te mina, sí, te va minando de tal manera que llegas al domingo por la noche y estás deseando estar en el trabajo, que casi estoy por llamar a mi jefe y pedirle las llaves que ya abro yo, si eso.
Y eso sin hablar de lo que deben pensar mis vecinos de mí. ¡¡¡Tól fin de semana gritando!!! ¿pero que necesidad hay? digo yo. Con lo fácil que es estarse un ratillo más en la cama, y entender que las bufandas se ponen en el cuello y los gorros en la cabeza, que las gafas de la piscina son para eso, para la piscina, que yo no llevo tarros de sopa en el bolso, así para una emergencia, y así todo el día.
Que cualquier día me pongo en huelga y no hago ni el huevo. Hombre ya!!
Por cierto, hoy no acepto críticas, sólo comentarios.
Papitis???
Probablemente muchas ya sepáis eso de que los niños sienten más… ‘apego’ hacia ese progenitor con el que pasan menos tiempo. Lo asumimos con la mejor de nuestras caras, pero jode, ya te digo si jode.
Porque cuando te pasas el día entero lidiando con tu criatura para todo, que se ponga los zapatos, que se lave las manos, que meriende, que deje de tocar la tele, que pida el pis o la caca,… y toda tu labor se ve menospreciada por esos ‘tú no’, ‘tú vete’, ‘mamá no me gusta’,… es como si te repatearan los higadillos.
Sí señoras sí. Porque por más que se nos llene la boca de decir lo contenta que te pones porque tu hijo quiera tanto a su padre, que mira que bueno es o que cómo se revuelca por el suelo con él, la realidad es que sienta mal, muy mal ese desprecio ‘malpagadero’ de tus desvelos. NO ES JUSTO!!!
No es justo, no, pero mírenlo por el lado bueno señoras, ¿a quién llama cuando se despierta por las noches?, ¿quien quiere que le bañe o le vista los fines de semana?, ¿quien lo lleva adosado todo el día durante el fin de semana?,…
Sííííí, así es que RELAJENSE Y DISFRUTEN DE SUS FINES DE SEMANA que no sabemos cuando cambiaran las tornas…
Cambio de planes… en el último momento.
Como era de esperar, en el último momento Rubén decidió que no se ponía el disfraz de mono.
Pero, esta vez, no me pilló de sorpresa y estaba preparada. Tenía un plan B.
Como desde siempre he tenido muchas dudas de que se pusiera el disfraz, pese a que mi hijo me dijera en repetidas ocasiones que sí lo haría, decidí tener una opción más ‘light’ de un disfraz de mono. Esto es, una sudadera con capucha marrón a la que ponerle unas orejas de mono y un pantalón marrón al que ponerle una cola.
Después de diez días buscando una sudadera marrón por todas partes y no encontrarla, compré una camiseta marrón (con dibujo de Ben 10 incluído) y tapé el dibujo con fieltro beige a modo de tripa del mono.
Los pantalones marrones ya los tenía. Y le hice unos pies de mono con unos guantes beige que sujeté al velcro de las zapatillas.
Finalmente, mi intención era ponerle la cola del otro disfraz que iba sujeta con una pinza (y encontré en el chino) pero no me dejó. Y sólo pude ponerle el gorro del otro disfraz para hacerle una foto…
Observen, por favor, la cara de pena de la criatura a modo de tortura china por tener que poner un disfraz.
Qué monada!!!
Este era el disfraz tal y como lo compré. Es un mono (nunca mejor dicho) marrón y una especie de gorro con orejas y un plátano ‘estampao’ contra el cráneo. Nada más.
Y éste es el disfraz después de pasar por ‘chapa y pintura’. Ahora tiene cara, en vez de plátano, tiene cola y tiene unos pies muy monos (jeje) (perdón por la tontería).
Si consigo ponérselo mañana, prometo poner una foto…