Amenazando voy, amenazando vengo…
En el desarrollo de un niño, como ya sabréis, va pasando por distintas etapas, la del ‘no’, la del ‘por qué?’, la de las rabietas,…
Pues yo llevo anclada ‘meseeees’ en la, llamémosla, etapa de las amenazas. Me explico.
No es que Rubén me amenece, no , o por lo menos, no todavía, que todo llegará. Es que si yo quiero conseguir algo de él tiene que ser con amenazas.
– Rubén, o te vas a dormir la siesta o devuelvo a Daisy a la tienda…
– Rubén, o recoges los juguetes o los recojo yo y los bajo al trastero…
– Rubén, o te portas bien en la mesa o le digo al camarero que venga y te regañe…
– Rubén, o te pones la chaqueta o me voy yo sola al parque…
– Rubén, o masticas y tragas o quito la tele…
– Rubén, bájate de la mesa o quito los dibujos…
– Rubén, ponte los calcetines o quito la tele…
– Rubén, lo que sea o quito la tele…
Sí la tele sí, porque quien no tiene un niño de más de dos años no sabe que la tele se convierte en uno más de la familia, no es un electrodoméstico, no, es quien te echa una mano cuando tienes que planchar o cocinar, esa ‘cosa-persona’ a quien siempre puedes recurrir cuando no te apetece bailar, pintar, tirarte por el suelo, o amenazar durante un rato a tu hijo. Es mucho mejor que algunos amigos, no tienes que quedar bien con ella, si no te interesa la apagas. Sí, habrá quien se lleve las manos a la cabeza, pero yo reivindico el papel de la tele en el momento sillón de las madres mientras sus hijos se quedan inconscientes viendo a Pepa Pig, Pocoyó o Doraemon.
Y volviendo al tema inicial, que es que me pierdo, las amenazas forman ya parte de la forma natural de convivir en mi familia.
Pero ¿qué necesidad hay de estar todo el día amenazando? ¡que me siento Al Capone! con lo sencillo que sería que hiciera las cosas ‘ porque lo digo yo, y punto’, o ¿no?. Pues es el mejor razonamiento maternal que he oído nunca, por ejemplo:
– ¿Por qué me tengo que poner las zapatillas?… porque si no se te quedan los pies fríos y te pones malito, bla bla bla,… PORQUE LO DIGO YO Y PUNTO!!!.
-¿Por qué tengo que echarme la siesta si no tengo sueño?… porque si no esta tarde tendrás sueño y no podras divertirte jugando, etc,… PORQUE LO DIGO YO Y PUNTO!!!.
Y YA ESTÁ. ¡¡¡QUÉ GANAS DE COMPLICARLO TODO!!!