Estas últimas semanas…
Últimamente tengo el blog un poquito desatendido y una de las razones de tal desfachatez es que estoy inmersa en ‘LA BUSQUEDA‘.
Como muchos sabréis, recientemente se ha abierto el plazo para realizar la solicitud del ‘cole de mayores’, y aunque en sentido estricto sólo hay que rellenar una hoja con los datos familiares básicos, en el trasfondo merodea un sentimiento de ‘¿qué será lo mejor para el churumbel?’, y un montón de dudas sobre si mejor centro público, concertado o privado, jornada continua, no continua, cerca de casa o de casa de los abuelos, comer en comedor o en casa,…
Siguiendo en mi linea, la que roza lo obsesivo-compulsivo, yo empecé a buscar cole activamente a mediados del mes de Marzo. Lo que me ha supuesto muchas llamadas a colegios, visitas a secretarías, y merodeos varios por los alrededores de los centros para valorar el estado anímico de los niños allí ‘encerrados’. En mis entrevistas, tanto personales como telefónicas, he preguntado acerca de los horarios, precios, proyecto educativo (¿?), extraescolares, comedor, siesta para los más pequeños, número de alumnos por clases, e incluso me he informado en qué centros disponen de una persona que se encargue de limpiar al niño si se hace pis o caca o cuál es la política del centro al respecto.
Y después de este árduo trabajo de investigación he llegado a una conclusión muy básica… ‘ todos los padres con los que hablo están muy contentos con el cole de sus hijos’, y esto, pese a que el que no se queja del horario, se queja del uniforme, o del ‘bilinguismo’, o de la secretaria cabrona. Y yo me pregunto ¿por qué?…
A estas alturas de la película, lo único que tengo claro es que, aunque se pueden solicitar varios centros, por eso de si no entras en uno que te recoloquen en otro que te interese, hay que jugárselo todo a una carta, LA PRIMERA ELECCIÓN, las demás son para rellenar, pura paja.
Podría contaros cuales son mis expectativas respecto al cole de mayores ‘ideal’ para mi hijo, pero probablemente estaríais todos de acuerdo en que no existe. Si a esto sumamos las duras adaptaciones de Rubén a otros medios que no sean su casa (entiendase por ‘su casa’ también la casa de los abuelos o los tíos y la casa del pueblo)… puufff!!!
En fin, ya entendéis por qué estoy un poco desaparecida, tengo la solicitud delante de mí junto con una lista de pros y contras de mi lista de colegios reducida a dos, y el problema es que después de reducirla a dos no sé cuál poner el primero.
Por cierto si alguien necesita información de algún colegio en mi zona que se ponga en contacto conmigo. Y si alguien me quiere dar algún consejo también.