Crónica del Día de Navidad
Este es el primer año que Rubén vive la Navidad de una forma consciente, esto es, que se pasa el día hablando de lo que le van a traer Papá Noel y/o los RRMM, diferencia perfectamente lo que es un árbol de Navidad de lo que no, canta villancicos, etc,… vamos lo que se conoce como el espíritu navideño puro y duro.
En mi casa la tradición es que Papá Noel traiga algún regalo pero son los RRMM los que tienen que traer el resto, o sea, la mayoría.
Anoche, en casa de los abuelos, cuando ya era un poco tarde y los niños no lo esperaban, de repente ‘llegó’ Papá Noel, aunque nadie le vió, y les sorprendió dejando regalos para todos. El momento fue digno de ser grabado, tres niños de distintas edades (el más mayor de 5 años y el pequeño de 20 meses) como locos abriendo regalos, Rubén decía ‘¡¡¡ha venido Papá Noel!!!’ gritando y llevándose las manos a la cabeza, y encantado de encontrar su tan ansiada trompeta, entre otras cosas (puzles, pintura de dedos y calcetines). El mayor, Adrián, decía ‘he sido bueno porque me ha traido muchas cosas’, jeje…
Esta mañana cuando nos hemos levantado y ha visto los regalos ha empezado a decir ‘este para ti mamá, este para ti papá’, sin abrirlos. Y una vez abiertos, entre unos cuentos, un pijama, una moto y unas marionetas de los Tres Cerditos y el Lobo, ha sido el lobo feroz el que ha ganado la baza por goleada, pues llevamos todo el día con el lobo metido en la mano y hablando raro.
Al final de la tarde el resumen de la jornada lo ha hecho Rubén diciendo ‘a menio Papá Noel y ma taio una pompita, una moto y al bobo firós’.
Para mí el resumen es que ha habido demasiados regalos (aunque siempre colamos la ropa que desempalaga un poco), sólo me he desecho de un chupete (así es que espero que los RRMM se lleven el otro) y hemos alterado tanto la rutina que a las once de la noche este niño no tiene nada de sueño.