CHUPETE: ¿AMIGO O ENEMIGO?
El reflejo de succión en el recién nacido es es un reflejo innato (como todos los reflejos) que aparece entorno a la semana 32 de gestación, que le permite alimentarse y deja de ser involuntario a los seis meses. Pero, además, le calma bastante, y de ahí que, a pesar de mi profesión, para mí es un gran AMIGO.
Generalmente los mayores enemigos del chupete son todos aquellos que defienden a ultranza la lactancia materna, porque consideran que el bebe puede preferir el chupete o biberón al pecho de mama.
Entonces me pregunto, si tu hijo se pasa los primeros meses de vida llorando, bien porque tenga cólicos o reflujo o lo que sea ¿te lo cuelgas de la teta para que se calme? ¿no será preferible ponerle el chupete que, a lo mejor, hace que se calme unos minutos?
No me entendáis mal, no es que yo prefiera la lactancia artificial, noooo!!! Soy consciente de las ventajas de la lactancia materna, es sólo que creo que no se puede ser tan cerrado, y que hay niños y niños. Hay niños que les gusta y necesitan la succión para calmarse y no me parece normal no darle el chupete y preferir ponerlo en la teta.
Por otro lado, el chupete está directamente relacionado con futuros problemas ortodónticos en el niño si se usa más allá de los 2 años de edad, causa deformidad facial y maloclusión dentaria.
Dicho todo esto la pregunta será ¿cuales son las ventajas del chupete? y ¿cómo convences a un niño para que deje el chupete?
La principal ventaja es que favorece el reflejo de succión y, por lo tanto, calma al bebe cuando está nervioso, cansado, irritable,… Y, en bebés prematuros, que no tienen ese reflejo puede servir de ‘entrenamiento’ para que aprendan a succionar. Además, parece ser que, disminuye el riesgo de muerte súbita.
En cuanto a la forma de retirar el chupete a un niño no creo que haya un método infalible, pues, al fin y al cabo, el chupete se convierte en un vicio y como tal es difícil de retirar.
Hay muchos padres que aprovechan las Navidades para dárselo a los Reyes Magos cuando traen los regalos, en consenso con el niño, y otros optan por darle un corte a la tetina para que el niño lo rechace. Pero lo que creo que está claro es que se debe hacer de forma paulatina. Por ejemplo, se le deja para dormir o cuando se hace daño y se le premia cuando él solito se lo quita, o lo deja en la cuna al levantarse,… de manera que, a partir de los 18 meses sólo lo use para dormir y poco a poco ir retirándolo.
Podría concluirse que el chupete no es un elemento indispensable, pero que puede ser útil en bebés particularmente irritables que muestren un efecto positivo con su uso.