Una semana sin ranitidina.
Llevamos aproximadamente una semana sin darle la ranitidina.
Tras más de un año teniendo que añadir al biberón de la mañana y al de la noche el dichoso preparado, hace ya más de 7 días que nos hemos librado del engorro.
Del engorro de preparar la dosis y añadirla al biberón, del engorro de ir a por ella a la farmacia, y del engorro de tener que pagar la receta íntegramente porque la pediatra de la seguridad social, sin especialidad en aparato digestivo infantil conocida, a los 6 meses decidió que Rubén ya no necesitaba seguir tomando su medicina.
Y lo mejor es que parece que ya no le hace falta. Sigue comiendo más o menos bien. Y cuando no come o no duerme bien, es bastante probable que sea por los dichosos dientes, o por los interminables mocos (merecen un capítulo aparte).