Mocos
Si eres un poco curios@ e investigas, descubrirás que los mocos son casi tan beneficiosos como la Aloe Vera y la Soja juntos. Contienen altas concentraciones de anticuerpos y tienen varias funciones protectoras del organismo.
Pero cuando llega tu tan esperada semana de vacaciones, y te la pasas detrás del pequeño limpiándole constantemente la nariz, los mocos pierden todo su encanto. Te olvidas de su alta concentración de anticuerpos y de inmunoglobinas, que protegen al organismo de gérmenes. Te olvidas de que gracias a su textura viscosa inmovilizan partículas grandes para evitar que ingresen en el organismo de tu bebe. Y te olvidas de que el moco ayuda al cuerpo a defenderse de las agresiones del medio ambiente.
De lo que no te olvidas es de los pañuelos, las toallitas, el suero, el sacamocos, el humidificador, y todos esos otros pequeños aliados. La conjunción suero-sacamocos (aspirador nasal) resulta muy útil en estos casos, junto con la ayuda del humidificador. Si no tenéis muy claro como usar el sacamocos, aquí tenéis un buen video para aprender.
Importantísimo tratar de limpiarles lo mejor posible antes de acostarle. Durante el día también, pero los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz. Por eso, cuando están dormidos y los mocos les provocan sensación de ahogo, se despiertan llorando.
Una última cosa, ¡moco verde no es sinónimo de infección! Los mocos verdes lo único que significan es que las mucosas de tu hijo está muy secas, y deben ser hidratadas, con baños de vapor, nebulizaciones, suero fisiológico y tomando más líquido. Esto último es importante en cualquier caso: Mantén a tu bebé hidratado.